Emocionante momento el que se vivió este sábado en el Santiago Bernabéu. Toni Kroos fue el invitado más especial para el Real Madrid-Villarreal, partido de la jornada 9 de Liga, y cuando el videomarcador mostró bien grande la cara del alemán, que estaba presenciando el choque junto a sus dos hijos, la afición madridista se volvió completamente loca.
Todo el estadio empezó a corear su apellido, sin duda la mejor imagen del día junto a la del homenaje a los medallistas paralímpicos españoles antes del pitido inicial. Kroos no pudo dejar mejor sabor de boca en la afición del Real Madrid, una leyenda la cual es un ídolo de masas para todos los madridistas, que lloraron su adiós ese 25 de mayo en la última jornada del anterior campeonato doméstico frente al Betis.
Y es que además de retirarse en todo lo alto, ganando Liga y Champions League en su última temporada, rindió a un nivel sobresaliente durante sus diez años en Chamartín y ha dejado un vacío difícil de reemplazar. Eso sí, ante la atenta mirada del ex jugador germano, el heredero del número 8, Fede Valverde, marcó un golazo en su honor para hacer el 1-0.
En el minuto 78, justo después de que Vinicius Junior marcara el 2-0 con un golazo, Kroos decidió marcharse con sus hijos porque ya era tarde y lo había visto todo. Además, en ese momento el brasileño fue cambiado por un fuerte golpe en el hombro que hizo temblar a todo el madridismo. En su lugar, entro Arda Güler.